jueves, 9 de febrero de 2017

Día para poder reflexionar

Creo que a todos les pasa que tienen un momento en la vida que reflexionan sobre lo que les esta pasando, sea bueno o no. Y en lo personal, soy el tipo de persona que siempre le pasan muchas cosas. Tener que madurar desde una temprana edad, era una de ellas. Sin darme cuenta de que estaba madurando, los niños alrededor siempre me decían cosas que con el tiempo pensé que eran inmaduras, pero así era la niñez con su etapa mágica para muchos de ellos...
Mi niñez fue un poco diferente a la usual, con eso logré darme cuenta que yo tenía que dejar de ser una niña y empezar a madurar (que en ese tiempo pensé que era convertirse pronto en adulto). Cuando lo hice, ya no sabía nada de mi alrededor, estaba rodeada de personas de mi edad que desconocía por completo su comportamiento. No sabía cómo hablarles así que los imite en un momento dado. Al hacer eso me di cuenta que era alguien totalmente vacía. Siempre adaptándose a los demás, ser alguien fingida y sin amigos, totalmente sola en el mundo.
Crecí al igual que todos a mi alrededor y, puesto que yo les daba una imagen de una persona que siempre sonreirá a pesar de cualquier problema, se formo una máscara que nadie lograba ver, en el cual una niña sufría en silencio. No entiendo porqué pensaba que alguien podría ayudarme, pero... Nadie se acercó, nadie preguntaba nada, ni siquiera si estaba bien por las cosas que sucedían. 
Cada día que pasaba me daba cuenta que la soledad crecía. Me cambie de preparatoria a mitad del transcurso escolar, y aunque por primera vez me había sentido en compañía de amigos, eso pronto desapareció. Las llamadas que hice al poco tiempo se redujeron a quedar a nada, personas que alguna vez me hablaron, al día siguiente dejaron de hacerlo. Estaba sola en una nueva escuela y sin amigos, entonces me empeze a refugiar de la sociedad, en la prepa me iba muy mal, sufrí de abusos casi todos los días hasta el punto de querer de dejar de ir a ella, e inventar enfermedades para faltar, todo era tan frustrante, pensé en varias cosas absurdas, hasta que llego alguien y me tendió la mano, alguien que nunca pensé que se haría mi amigo, el pareció llegar por obra del destino, me lo había presentado una vecina de enfrente de mi casa, en secundaria y, le hable solamente una vez en persona cuando asistía la preparatoria de la cual todavía no me cambiaban al llegar a mi casa el estaba ahí visitando a mis vecinas y hablamos, después de eso solamente hablamos por MSN o Facebook (aunque hablamos cuando me lo presentaron en la secu, empezamos a hablar más de ahí), ¿raro, no? nunca había sido la persona que yo hubiera pensado que se convertiría en un amigo especial, cuando hablaba con él, se me olvidaba todo por lo que había pasado, en algún momento creo que sentí amor por él, pero después me dí cuenta que no era amor, sino la felicidad de tener un amigo, al cual contarle todo y que no te juzgue para mal o te critique, alguien que te escuche que te de consejos. Empece a decir como me sentía aunque no le dije que me acosaban, por miedo a que él se fuera de mi lado, todo eso me ayudó y cambie de nuevo, en esos momentos empecé a madurar más y a esconder mis sentimientos de la gente a toda la gente que me acosaba en la escuela la empece a ignorar y ellos se empezaron a calmar, aún así aunque todo empezó a cambiar para bien, me cambie de turno y empecé de cero, sin guardar rencores ni resentimientos a nadie, mis siguientes últimos dos semestres de preparatoria los pase como una chica normal, Entre a la universidad e hice más amigos, pero quien iba a pensar que me ayudó tanto una persona, una existencia, que el destino me envió, mi persona más preciada, Mi mejor amigo

Pd: Despues le dije que en algún momento de la prepa sufrí de abusos y que gracias a él lo supere y el me dijo algo así "en serio y porque yo nunca lo supe pero bueno no se que dije pero me alegro de haberlo hecho". Él es simplemente raro y especial aunque me haya dejado de hablar poco a poco desde que entre a la universidad, se que pase lo que pase siempre pensaré en él y lo tendré presente.

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